Por Alexandre Perini, economista y analista.
Paraguay se encuentra frente a un desafío histórico: duplicar el tamaño de su economía en los próximos diez años. El plan denominado “Paraguay 2X” busca transformar la estructura productiva del país, potenciar sectores estratégicos y generar oportunidades de empleo y desarrollo para toda la población. Se trata de una iniciativa que combina visión macroeconómica con políticas de largo plazo, proponiendo un crecimiento sostenido y diversificado que impulse al país hacia un futuro más competitivo.
La esencia del plan
El objetivo central de Paraguay 2X es lograr un crecimiento anual promedio cercano al 7 %, suficiente para duplicar el Producto Interno Bruto (PIB) en diez años. Para alcanzarlo, el plan define varios ejes estratégicos:
- Diversificación de la economía y ampliación de la oferta exportable. Se identifican sectores con ventaja competitiva, incluyendo no solo la agricultura y la ganadería tradicionales, sino también la industria manufacturera, la tecnología y los servicios de negocios.
- Transformación industrial y valor agregado. Se busca pasar de la exportación de materias primas a productos con mayor valor agregado, impulsando la competitividad de la producción local y promoviendo encadenamientos productivos más sofisticados.
- Infraestructura y logística competitiva. El plan incluye mejoras en transporte, conectividad eléctrica, hidrovías y redes de comunicación, con el fin de reducir costos, optimizar procesos y facilitar la integración regional.
- Atracción de inversión y fortalecimiento institucional. Para que la iniciativa sea sostenible, se requiere un entorno regulatorio claro, incentivos estratégicos y una articulación efectiva entre el sector público, el privado y la academia.
En conjunto, estos ejes buscan no solo acelerar el crecimiento económico, sino generar una estructura más sólida, resiliente y diversificada.
Ventajas estructurales del país
Paraguay parte de ciertas condiciones favorables que facilitan la ejecución del plan. La estabilidad macroeconómica relativa, con inflación controlada y tipo de cambio estable, crea un clima atractivo para la inversión. Además, el país mantiene costos de producción competitivos en varios sectores clave, como la agricultura, la ganadería y la producción de celulosa y madera.
La ubicación geográfica también representa una ventaja estratégica. Integrado en el Mercosur, Paraguay puede aprovechar mercados regionales y participar de cadenas de valor con países vecinos, especialmente Brasil y Argentina. Esto abre oportunidades de exportación y permite atraer inversión que impulse la industrialización y la diversificación económica.
Retos y desafíos
Duplicar la economía en diez años es un objetivo ambicioso que enfrenta varios desafíos. La infraestructura aún presenta limitaciones en transporte, energía y conectividad, lo que incrementa los costos logísticos y frena la expansión de algunos sectores. Además, transformar la economía hacia productos de mayor valor agregado no es un proceso automático; requiere inversión en capital humano, innovación tecnológica y cambios culturales que fomenten la productividad y la competitividad.
Otro desafío clave es fortalecer las instituciones. La eficiencia administrativa, la transparencia y la estabilidad normativa son esenciales para garantizar que el plan sea sostenible y que las inversiones realmente se traduzcan en desarrollo económico. Sin estas condiciones, los riesgos de incumplimiento de metas y de desigualdad en los beneficios aumentan.
Además, Paraguay debe lidiar con la dependencia de sectores tradicionales, especialmente el agropecuario, que están sujetos a la volatilidad de los precios internacionales y a eventos climáticos extremos. La sostenibilidad ambiental también será un factor crítico, ya que el crecimiento debe equilibrarse con la conservación de recursos naturales y la mitigación del impacto ecológico.
Impacto para la ciudadanía
El éxito de Paraguay 2X tiene implicaciones directas en la vida de los ciudadanos. Si se logra diversificar la economía y aumentar la producción con valor agregado, se crearán empleos más estables y mejor remunerados. Esto puede mejorar la calidad de vida, reducir la desigualdad y fomentar el desarrollo de regiones fuera de la capital, generando un crecimiento territorial más equitativo.
Para las pequeñas y medianas empresas, el plan ofrece oportunidades de integrarse a cadenas productivas más complejas, acceder a mercados internacionales y mejorar su competitividad. Asimismo, un enfoque en innovación y tecnología puede impulsar sectores emergentes, como servicios digitales, logística avanzada y manufactura especializada, creando nuevas fuentes de ingresos y fomentando el emprendimiento.
En el ámbito social, un crecimiento sostenido y bien gestionado podría permitir mayores inversiones en educación, salud y desarrollo comunitario, asegurando que el aumento del PIB se traduzca en bienestar real para la población. La clave será que el crecimiento económico vaya de la mano con políticas inclusivas y sostenibles.
La meta es ambiciosa, pero posible
Para alcanzar el objetivo de duplicar la economía en diez años, Paraguay necesitará mantener un crecimiento anual compuesto cercano al 7 %. Históricamente, el país ha registrado tasas superiores al promedio regional en ciertos períodos, pero sostener un ritmo tan acelerado durante una década implica superar barreras estructurales y aprovechar cada oportunidad de manera eficiente.
Experiencias internacionales muestran que episodios de crecimiento acelerado son posibles cuando se combinan políticas públicas claras, inversiones estratégicas, educación y formación de capital humano, y un entorno empresarial dinámico y competitivo. Para Paraguay, esto significa que cada sector de la economía y cada actor social debe comprometerse con el cambio, desde la modernización industrial hasta la innovación tecnológica y la eficiencia institucional.
Conclusión: una oportunidad histórica
Paraguay 2X no es solo una meta numérica: es una visión de país que invita a todos los actores sociales a participar. El crecimiento económico proyectado puede traducirse en empleo de calidad, desarrollo regional equilibrado, integración internacional y mayor bienestar para la población. Pero esto dependerá de la capacidad del país para ejecutar políticas coherentes, mantener un entorno competitivo, invertir en educación y capital humano, y asegurar que los beneficios del crecimiento se distribuyan de manera inclusiva.
Si se logra combinar todos estos elementos, Paraguay no solo duplicará su economía, sino que también avanzará hacia un modelo más sostenible, diversificado y competitivo, posicionándose como un referente en la región y ofreciendo oportunidades reales a sus ciudadanos. El futuro del país dependerá de la acción colectiva y del compromiso de convertir la visión de Paraguay 2X en una realidad tangible y transformadora.
Alexandre Perini
https://lnk.bio/alexandreperinipy
