Veintinueve establecimientos bancarios suizos han comunicado hasta ahora su intención de participar en un amplio programa de regularización fiscal con Estados Unidos, que actualmente negocia arreglos extrajudiciales con otros once bancos que tenían clientes estadounidenses que evadieron impuestos.
Catorce bancos cantonales anunciaron hoy su voluntad de incorporarse al programa, que consta de cuatro categorías.
La primera categoría corresponde a los bancos que están negociando, en la categoría 2 se encuentran los establecimientos que consideran posible haber tenido clientes que cometieron un delito fiscal; en la 3, aquellos que deberán demostrar que no participaron en ninguna actividad ilegal con respecto a Estados Unidos; y en la 4 los que sólo tienen actividades locales y no contaban con clientes estadounidenses.
Los bancos suizos tienen hasta el próximo día 31 para pronunciarse ante la Autoridad Federal de Vigilancia de Mercados Financieros (FINMA) de Suiza e incorporarse al proceso de regularización gestionado por el Departamento (Ministerio) de Justicia de EEUU.
La mayor parte de los catorce bancos que anunciaron hoy su inscripción en el programa son bancos cantonales o sus filiales -como los de Ginebra, Berna, Argovia, Grisones, Lucerna Nidwald, Zug y Saint Gallen-, que han solicitado ser considerados en la categoría 2.
En la misma han pedido participar los bancos Migros y Coop, pertenecientes a los mayores grupos de distribución de Suiza, así como el PostFinance, el brazo financiero del servicio de Correos, todos ellos con gran arraigo local.
Ninguno de estos bancos ha sido denunciado por EEUU, pero tampoco consideran imposible haber violado el derecho estadounidense en materia de evasión fiscal, por lo que se exponen a una multa al término de la investigación.
El interés de los bancos suizos de participar en la categoría 2 del programa es que, aunque se arriesgan a una multa, quedan protegidos de un procedimiento penal en relación a depósitos no declarados.
El argumento común a estos bancos a la hora de comunicar su intención de regularizar su situación frente a EEUU ha sido que nunca tuvieron una estrategia de negocios dirigida a la clientela estadounidense, ni buscaron clientes directamente en Estados Unidos.
Sin embargo, han reconocido que tampoco pueden excluir que algunos de sus clientes puedan ser considerados como «personas estadounidenses».
Entre éstas pueden figurar suizos residentes en EEUU, estadounidenses residentes en Suiza o personas con doble nacionalidad.
Por su parte, los bancos cantonales de Apenzell, de Bâle-Campagne, de Glaris, de Schwytz y de Uri indicaron hoy que pretenden inscribirse en la categoría 4.
Ellos aseguran que si alguna vez tuvieron clientes estadounidenses, esto fue hace muchos años.
El Banco Cantonal de Thurgovia participará igualmente en el programa, pero señaló que todavía duda entre las categorías 3 o 4.
Otros once bancos, entre los que se cuentan Credit Suisse -el segundo más importante de Suiza-, el Banco Cantonal de Zúrich y el banco privado Pictet, negocian actualmente de forma individual arreglos extrajudiciales con EEUU para evitar una denuncia penal.
Se anticipa que cualquier arreglo pasará por multas cuyo importe dependerá de la gravedad de la falta, así como por un reconocimiento público del mal proceder.
UBS, el mayor banco de Suiza, facilitó la evasión fiscal de decenas de miles de clientes estadounidenses, pero llegó a un acuerdo con el fisco estadounidense en 2009, por el que tuvo que pagar unos 800 millones de dólares de multa y entregar a las autoridades los nombres de sus clientes estadounidenses, así como de sus empleados que gestionaban sus patrimonios.
Fuente: Diario Financiero