Control de precios y tasas de cambio han ahuyentado a 256 empresas de Venezuela

La última en correr fue Zara y con ella ya van 256 empresas cerradas en Venezuela en los últimos 14 años. El país vecino continúa su escalada de deserción, a la que hay que añadir las compañías expropiadas, que desde el año 2000 ascienden a 19, un duro golpe para el tejido productivo industrial del país, que supone 13,4% del Producto Interno Bruto (PIB).

El total de la caída representa 2% del PIB, y sus consecuencias son, principalmente, una bajada de 50% en la productividad y más de 40% de empresas industriales cerradas, según datos facilitados por Conindustria, el organismo que maneja las cifras del sector en Venezuela.

Destacan dos elementos motivadores de estas salidas, según los expertos consultados: por un lado, los retrasos en las liquidaciones de Cadivi, uno de los tres sistemas cambiarios que operan en el país; por otra parte el control de precios puesto en marcha por el Ejecutivo de Nicolás Maduro con la Ley de Precios, que en la práctica resta toda ganancia a las empresas al situar un precio de venta por debajo de los costos de producción.

“La inacción de la política, que provoca retrasos, hace que las empresas se desanimen y decidan marcharse. Entre los más afectados por los retrasos de Cadivi se encuentran la ropa y los computadores”, explica Jessica Grisanti, economista senior de la consultora Ecoanalítica.

Observando la lista de ausencias destacadas se demuestra la afirmación de Grisanti. Además de Zara, que mantendrá sus tiendas propias, es llamativa la salida de Grupo Éxito, que se llevó sus inversiones a Uruguay para comprar las marcas Disco y Devoto por US$746 millones en 2011.

Argos y Davivienda fueron otras empresas colombianas que hicieron las maletas. Según datos de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana, en 2013 las exportaciones nacionales a Venezuela ascendieron a US$2.256 millones, lo que supuso una disminución de 12% con respecto al año anterior y, sin embargo, en lo que llevamos de año la situación se ha revertido y hasta el momento la balanza es positiva, con un aumento de 28% con respecto al mismo periodo del año anterior.

“El tema de la producción sigue dependiendo de los trámites que existen, que aún son desconocidos. Toda la administración se ha vuelto muy compleja con la escasez de divisas”, señala Magdalena Pardo, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo-Venezolana.

En Venezuela operan tres sistemas cambiarios, el Sicad, El Cadivi y el Sicad 2. La diferencia entre ellos es la tasa de entrada de productos, y aunque los empresarios pueden escoger acogerse a uno u otro con limitaciones, los más afectados son sin dudas la entrada de alimentos y materias primas, como destaca Eduardo Garmendia, presidente de Conindustria.

“Vemos problemas de inventario, hay menos liquidez para comprar materias primas y eso provoca una disminución del volumen de producción”, apunta Garmendia.

Así las cosas, muchos se van porque no disponen de medios para continuar la producción. Es el caso de Toyota y Chrysler, que cerraron en febrero y marzo y que ilustran la bajada de 76,08% en la producción de carros.

El otro motivador de huida son las expropiaciones. Afectan precisamente a los sectores de materias primas más comprometidos actualmente: cementeras, empresas constructoras y del acero, etc. No obstante, últimamente algunas compañías de alimentación se están viendo afectadas, algo que Grisanti descarta que vaya a seguir ocurriendo a corto plazo.

“La salida de empresas golpea la imagen del Gobierno, que quiere trabajar codo a codo con el sector privado, así que no intentará expropiar nada para no hacerse más daño”, asegura esta analista.

También Ronald Rodríguez, economista del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, coincide en que será un mazazo para el país, que “ha ido restringiendo sus espacios de participación económica”, además de incertidumbre para las empresas.

“Las compañías sienten que si piden la salida de un determinado Gobierno pueden sufrir persecuciones, y eso genera un clima de incertidumbre”, sostiene Rodríguez.

¿Para qué sirve y cómo usar cada tasa de cambio?
La clave de todo está en las tasas cambiarias: Cadivi, Sicad y Sicad 2. Cadivi establece la tasa en 6,3 bolívares, Sicad I en 11,36 y Sicad II se mantiene variable, aunque llegó a 58. Pero, ¿cómo saber dónde  aplicarlas? Como explica Magdalena Pardo, el Gobierno determinó que los productos prioritarios, que son 80%, entrarán con la tasa de 6,30, mientras que 12% será a través de Sicad I y solo 8% de las importaciones que llegan lo harán con el Sicad II, pero no existen parámetros que determinen qué es prioritario, por lo que las tasas se convierten en un sistema de caos.

Las Opiniones

Eduardo Garmendia
Presidente de Conindustria
“En el supuesto de que las empresas se marchen habrá problemas graves de suministro para la población en los rubros en los que estas compañías estén involucrados. Estaríamos ante un escenario complejo y peligroso”.

Jessica Grisanti
Economista senior en la Consultora Ecoanalítica
“Las expropiaciones en Venezuela se dan por circunstancias especiales, siendo las empresas más afectadas las cementeras y las del sector bancario, pero ahora al Gobierno no le interesa seguir haciéndolo”.

Por: Cynthia de Benito

Fuente: La República

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